¿Qué es hacer un mal uso de los antibióticos?

Los estamos utilizando mal cuando:

- nos automedicamos

- no seguimos la pauta establecida por el médico, es decir, no lo tomamos a las horas y durante los días recomendados

- dejamos el tratamiento porque han desaparecido los síntomas

- los tomamos para tratar la gripe, el dolor o bajar la fiebre

- los administramos a nuestras mascotas sin la supervisión del veterinario

Los antibióticos sólo son efectivos ante infecciones producidas por bacterias, no por virus. Únicamente el médico puede diagnosticar qué tipo de infección estamos sufriendo, así que sólo tomaremos el antibiótico bajo supervisión médica.

¿Por qué las resistencias a los antibióticos son un problema de salud pública?

Porque afectan a la población mundial. Cuando hacemos un uso irresponsable del antibiótico, son las bacterias que nos han infectado los que desarrollan resistencias, es decir se hacen fuertes al antibiótico, y no nosotros. Entonces el antibiótico dejará de ser efectivo contra las bacterias y no nos podremos curar.

Si no ponemos remedio a esta situación, a largo plazo, estas bacterias continuarán produciendo infecciones en el resto de la población y no dispondremos de tratamientos para elimínalos, comprometiendo así el éxito de tratamiento y la supervivencia de las personas.

Existen diferentes familias de antibióticos (penicilinas, quinolonas, macrólidos, cefalosporinas ...) y cada una de ellas actúa de manera diferente y sobre unos determinados bacterias. Por este motivo, ni todos los antibióticos se toman igual ni todos sirven para las mismas infecciones.

Por cada familia de antibiótico existe una posología determinada. La posología define cómo se debe tomar, es decir, cuántas veces al día (una cada 6h, cada 8h ...) y cuántos días a la semana (1,3, 7 o 10 días ...).

Antes de comenzar el tratamiento debes asegurarte de conocer la posología que debes seguir y si tienes cualquier duda consulta a tu farmacéutico.

Alergias y efectos adversos

Los antibióticos son medicamentos seguros pero existen personas alérgicas a ellos, en estos casos está contraindicado su uso. Informa siempre al médico si eres o crees ser alérgico a algún antibiótico ya que debido a la existencia de las diferentes familias de antibióticos es posible ser alérgico a unos pero no a todos, así que para estos casos existen estrategias alternativas para poder tratarlos.

El uso de antibióticos puede presentar la aparición de efectos adversos ya menudo estos efectos pueden provocar la interrupción anticipada del tratamiento.

El efecto adverso más habitual es la destrucción de la flora bacteriana propia del individuo, es decir, las defensas naturales. Esto puede provocar diarrea o infecciones por fondos (vaginales, bucales ...). Para minimizar o evitar estos efectos se recomienda la toma simultánea de probióticos específicos. Consúltanos te recomendaremos los más adecuados para tu caso.